César Bardés, fenómeno viral en Twitter, visita Chiclana


El crítico de cine madrileño César Bardés visitará Chiclana el próximo día 24 de abril invitado por la asociación cultural Taetro para entablar una conversación sobre cine y teatro. La cita tendrá lugar en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal a partir de las 19.00 horas, con entrada libre hasta completar aforo.

Bardés se ha convertido en los últimos tiempos en un fenómeno viral en Twitter, donde acumula más de 65.000 seguidores tras compartir cada día una anécdota de cine. Tras la pandemia, el crítico empezó a sumar adeptos hasta convertirse en una de las cuentas que más aumentó de seguidores en los últimos años dentro del ámbito del cine.

El formato elegido para el acto es el de entrevista que bajo el título de Si nos picháis, ¿acaso no sangramos? conducirá el secretario de Taetro, Miguel Ángel Bolaños, que también dará paso a las intervenciones del público. Así, se debatirá sobre clásicos como Ser o no ser, Hamlet, El viaje a ninguna parte o Eva al desnudo, entre muchas otras.

César Bardés ha sido crítico de cine para varios medios de comunicación y autor de varios libros como La imagen en el alma, El ojo privado, El sueño americano (el cine en la era Kennedy) y la novela Compás de ceniza. De inminente aparición, tiene Imprimir la leyenda (500 anécdotas de cine), editado por RBA Editores.

Taetro invita a la ciudadanía a participar de este acto, que cuenta con la colaboración de la Delegación Municipal de Cultura.


Taetro celebra los 25 años del Teatro Moderno


A inicios de los 90, la asociación cultural Taetro fue el colectivo que con mayor ahínco reclamó la necesidad de que Chiclana contara con un teatro en la localidad. Fue en los escombros del recién derruido Cine Moderno, donde los integrantes de la entidad decidieron convertir un acto festivo en pura reivindicación a la hora de reclamar al Ayuntamiento la construcción de un equipamiento cultural a la altura de lo que la ciudad necesitaba.


Casi tres décadas después, el tiempo ha dado la razón a Taetro. Chiclana se ha convertido en capital andaluza del teatro en virtud de la cantidad de compañías y colectivos que se dedican a la escena, así como el surgimiento de eventos como Hábito 21 Días de Teatro. Y el Teatro Moderno ha sido protagonista de esa explosión del gusto por las artes escénicas.


Este mes de abril, el Teatro Moderno cumplirá 25 años y Taetro, la primera compañía en pisar las tablas del coliseo chiclanero con la obra Fly-by, quiere honrar la efeméride con una recreación de las tradicionales meriendas que sobre el antiguo solar del Cine Moderno llevaban a cabo para reclamar la construcción de un teatro. Será el próximo sábado 6, a partir de las 18.00 horas, cuando Taetro, con la colaboración de la Delegación Municipal de Cultura, va a organizar una particular merienda intercalada de acciones teatrales y performances para celebrar el cuarto de siglo de uno de los centros de la cultura chiclanera. 


En este sentido, la presidenta de Taetro, Aurora Alcántara ha recordado que “fue el impulso de las mujeres y los hombres que formaban la asociación en aquellos momentos, el que posibilitó que desde el Ayuntamiento se avinieran a construir un teatro”. La máxima representante de la entidad ha añadido que “entonces nos llamaban locos por reclamar un equipamiento que algunos veían como innecesario, pero el tiempo nos ha dado la razón: el Teatro Moderno era algo que Chiclana quería y un cuarto de siglo después, es un elemento dinamizador de la sociedad chiclanera”.


Taetro invita a todos los chiclaneros y chiclaneras a que se sumen a este particular acto. “Quien quiera unirse, que se traiga su bocadillo, su dulce, su termo de café… Nosotros también haremos lo mismo mientras recordamos la labor que hicimos en favor de la cultura en Chiclana”, ha concluido Aurora Alcántara. 


Abierto el plazo de admisión de obras en el Certamen de Teatro Mínimo Rafael Guerrero


La asociación cultural Taetro ha abierto el plazo de admisión de obras de la vigésimo sexta edición de su Certamen de Teatro Mínimo Rafael Guerrero, el concurso pionero en este género teatral en lengua español. En la última edición de esta convocatoria teatral ya clásica en la escena hispanoamericana, se recibieron más de 120 propuestas de las que el pasado 23 de marzo se dieron a conocer las diez obras seleccionadas. La colaboración de la Delegación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Chiclana ha sido esencial para el mantenimiento y la buena salud del Rafael Guerrero.


Tras conocer a sus últimos ganadores, Taetro se dispone a recibir nuevos originales. Todo aquel autor (profesional o amateur) que quiera concurrir en él tiene de plazo hasta el próximo 30 de septiembre del presente año para enviar sus textos. Los participantes pueden remitir un máximo de dos obras al correo electrónico teatrominimochiclana@gmail.com siempre que cumplan con los requisitos solicitados por la organización y que se pueden consultar en la web del colectivo: http://taetro-teatrominimo.blogspot.com.es/.


Las obras serán estudiadas por un jurado cualificado que emitirá el fallo durante la celebración del Día Mundial del Teatro (alrededor del 27 de marzo de 2025). Los premios consistirán en la publicación de las obras seleccionadas en un libro en el que colabora el Ayuntamiento de la ciudad, así como la representación a cargo de los miembros de Taetro de aquellas piezas que estos consideren oportuno. En la última edición llegaron textos procedentes de Argentina, México, Uruguay, Canadá, Brasil, Venezuela, Suiza, Francia, Colombia, Cuba, Perú y por supuesto, de España.


Mi manifiesto en el Día del Teatro



Por César López Llera

Dramaturgo


Armand Gatti fue un dramaturgo francés, apenas conocido en España,  a pesar de la enorme deuda que tenemos con él. De hecho, su obra La pasión del general Franco fue prohibida en Francia en 1968 por las protestas del gobierno del dictador y provocó que se exiliara voluntariamente. Creador de un teatro libertario, dejó escrito que la palabra es el arma de los pobres y  la única forma de cambiar el mundo. 


Por eso hoy, en el Día Mundial del  Teatro, me permito recordar su figura y reivindicar sus ideas. Ante esta sociedad del espectáculo en la que vivimos, donde la ciudadanía hemos quedado reducida al papel de figurantes silentes de la gran representación de los horrores de las guerras, la disminución de las libertades y el avance de la sinrazón y del fanatismo, es necesario armarnos de palabras, que es tanto como decir de teatro, y ponerlo al servicio de la denuncia de las injusticias sociales y de la lucha por la libertad, la justicia y la verdad, con la ilusión de convertirnos en protagonistas del espectáculo de ese mundo nuevo en el que seguimos creyendo.  Y ello, no sólo con el teatro documento, dramas o tragedias, sino también con la comedia, pues ya dejó sentenciado  Aristófanes en Los Acarnienses, allá por  el 425 a.C, que la comedia también conoce la justicia, ya que no conviene olvidar que él no dudó en atacar a Cleón, que intentó  procesarlo, defendió la paz o los derechos de las mujeres.


El teatro, hoy, debería seguir teniendo  un importante papel  social, político,  y no ser pura diversión, que también, pero que sea diversión cívica. A los enemigos de la libertad, de la justicia y de la razón les molesta la risa. Baste,  si no, recordar  a Franca Rame, mujer de Dario Fo,  que fuera secuestrada y violada en grupo, tras denunciar ambos con su humor comprometido el asesinato en unas dependencias policiales del ferroviario Giuseppe Pinelli en la siempre vigente: Muerte accidental de un anarquista


La comedia, el teatro, también conoce la justicia, y los dramaturgos y las dramaturgas tenemos la obligación de disparar nuestra palabra fuera de las butacas de los teatros: en los colegios e institutos, en las asociaciones de vecinos, en las fábricas, en los muelles, en los centros autogestionados, en las cárceles, en las calles, en los autobuses, en los trenes, en las protestas… Se trata, como intentara el director de El público, de Federico García Lorca, de abrir túneles bajo la arena sin que lo note la gente de la ciudad, con la ayuda de muchos  obreros y estudiantes.


¡Salud y teatro!  

Manifiesto por el Día Mundial del Teatro



Cada persona es única y, al mismo tiempo, como todas las demás. La apariencia, se puede ver, es cierto, pero también hay algo dentro de cada persona que le pertenece, que la hace única. Podemos llamarlo alma o espíritu, o bien, podríamos no ponerle palabras, simplemente dejar que este ahí.


Al mismo tiempo que somos diferentes, también somos iguales. Las personas de todo el mundo somos fundamentalmente iguales, sin importar qué lengua hablemos, qué color de piel o de cabello tengamos.


Quizás esto sea una especie de paradoja: que somos completamente iguales y diferentes al mismo tiempo. Tal vez una persona es paradójica en su conexión entre el cuerpo y el espíritu, entre lo terrenal y tangible y lo que trasciende los límites materiales y terrenales.


El arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones.


El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, nos muestra nuestras diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no podemos comprender completamente y que, sin embargo, entendemos de cierto modo. Contiene lo enigmático, algo que nos fascina y por lo tanto nos lleva más allá de nuestros límites y así crea la trascendencia que todo arte debe contener y a la cual conducirnos.


No se me ocurre una mejor manera de unir los opuestos. Es exactamente el enfoque inverso al de los conflictos violentos que vemos a menudo en el mundo, que alimentan la tentación destructiva de aniquilar todo lo extraño, todo lo único y diferente, comúnmente utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.


Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. Dejando atrás una semejanza colectiva donde todo lo diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que vemos desde fuera, se ve como desigualdad; por ejemplo, las religiones o ideologías políticas se convierten en algo que debe ser derrotado y destruido.


La guerra es la batalla contra lo que yace en lo mas profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia mas íntima de todo arte.


He hablado del arte en general, no del arte teatral en particular, esto se debe a que todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo singular y específico para hacerlo universal. Articula en su expresión artística aquello único con lo universal: no eliminando lo singular, sino enfatizándolo; dejando que lo extraño y lo desconocido brille claramente.


Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, que la guerra y la paz son opuestos. El arte es paz.


Jon Fosse, dramaturgo noruego

Premio Nobel de Literatura 2023